El uso de la tecnología láser para realizar trabajos de grabado o marcado permite obtener resultados extremadamente satisfactorios en una amplia variedad de campos, desde el sector industrial - donde el láser permite imprimir en diferentes tipos de metales marcas, logotipos, números de serie, códigos QR, etc. - hasta el de la joyería, con la posibilidad de personalizar joyas y realizar fotograbados en metales preciosos.
Cuando se habla de trabajos de este tipo, a menudo se usan indistintamente los términos "marcado láser" y "grabado láser", considerándolos sinónimos. En realidad, el grabado y el marcado son dos tipos de trabajos diferentes, aunque ambos pueden ser utilizados con éxito para imprimir marcas indelebles en superficies metálicas. Veamos cuáles son las principales diferencias que permiten distinguir estos dos procesos industriales:
Marcado vs grabado láser, aquí están las diferencias
El marcado (marking) y el grabado (engraving) realizado mediante láser se distinguen por la diferente calibración del rayo utilizado en la tarea, que produce efectos diferentes en el área afectada por el disparo:
- Cuando se realiza un marcado, el rayo láser golpea el metal transfiriendo una cantidad de energía suficiente para fundir las capas superficiales del área afectada por el disparo, sin sobrecalentar la zona circundante. Este proceso de fusión controlada, seguido por un nuevo enfriamiento del material, modifica permanentemente la apariencia de la superficie afectada, que resulta visiblemente diferente de las partes adyacentes. Calibrando el láser de manera adecuada, se pueden obtener resultados diferentes desde el punto de vista estético, como por ejemplo marcas de varios colores o efectos de difuminado utilizados para la realización de fotograbados.
- Cuando se realiza un grabado mediante láser, el metal golpeado por el rayo experimenta un proceso de sublimación y pasa directamente del estado sólido al de vapor. Se produce, por lo tanto, una efectiva eliminación de una pequeña cantidad de metal, que no se limita a cambiar la apariencia, sino que es vaporizado y removido definitivamente del objeto grabado. Para lograr este resultado, el láser debe ser capaz de penetrar profundamente en la superficie afectada para provocar la sublimación de las capas de metal más superficiales.
Los procesos de grabado y marcado son, por lo tanto, radicalmente diferentes, aunque ambos se realizan utilizando equipos láser. Para obtener un grabado, es necesario ajustar la máquina de manera que alcance una concentración de energía suficiente para activar el proceso de sublimación del metal, por lo que hacer un trabajo de grabado requiere el uso de una mayor cantidad de energía en comparación con una tarea de marcado. En este último caso, de hecho, es suficiente que el láser transfiera la cantidad de energía capaz de activar el proceso de fusión, que es significativamente inferior.
Si el principio detrás del grabado y del marcado láser es diferente, sin embargo, hay algunas características que comparten ambos procesos. Ambos, por ejemplo, provocan una modificación permanente de las características de la superficie que se golpeó con el láser, y es por eso que el marcado, aunque requiere un menor gasto energético en comparación con el grabado, se utiliza ampliamente en el ámbito industrial, ya que permite marcar objetos y componentes de forma indeleble sin necesidad de utilizar potencias y frecuencias particularmente altas.
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